Parque Nacional del Teide: ¡Qué desastre!

Foto: Rayco M.H.

El pasado fin de semana del 29 y 30 de Enero, las tormentas acaecidas sobre el archipiélago canario dieron lugar a que el Parque Nacional del Teide amaneciera nevado la semana siguente. Con este motivo y con la celebración del miércoles festivo, una parte de la población tinerfeña decidió subir de forma masiva al Parque Nacional de modo que todas las comunicaciones del parque se colapsaron durante horas, tal como diversos medios de comunicación reflejaron en sus noticias. Un ejemplo de ello es el artículo dedicado por parte del periódico "La opinión de Tenerife" al tema.

A continuación les escribo la definición, según el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, de Parque Nacional:

                     "Un Parque Nacional es un espacio natural de alto valor natural y cultural, poco alterado por la actividad humana que, en razón de sus excepcionales valores naturales, de su carácter representativo, la singularidad de su flora, de su fauna o de su formas geomorfológicas, merece su conservación, una atención preferente y se declara de interés general de la Nación por ser representativa del patrimonio natural  español"

En base a esta definición, es cuestionable la gestión que se realiza del Parque Nacional por parte de las administraciones competentes y el uso que se le está dando a éste. ¿Cómo puede ser que por cuatro copos de nieve el Parque se vea inundado de coches arrimados en cualquier lado con todo lo que ello implica?¿Por qué estas situaciones no se controlan y gestionan como es debido para asegurar la conservación de este espacio "único en el mundo"?, que de paso, ostenta el título de "Patrimonio de la Humanidad", por la UNESCO, que ya es discutible, y de lo único que sirve es para que aumente la demanda turística (número de visitas en el año 2009: 3.052.830 personas; en el año 2007, fue el Parque Nacional más visitado de Europa y el segundo en todo el mundo).

Si se lee el apartado de la página de la Red de Parques Nacionales del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino dedicado a los "objetivos" de un Parque Nacional, en el último párrafo pone:

                     "En coherencia con todo lo anterior los Parques Nacionales pueden ser un motor para el desarrollo económico de las comarcas en las que se sitúan ofreciendo una oferta alternativa de uso diferente y coherente con un modelo de calidad de vida que apuesta cada vez más por la conservación de la naturaleza."

Claramente, el modelo político que se lleva a cabo en Canarias y en este caso en Tenerife, está lejos de adecuarse a estás propuestas. En base a esto, es fácil pensar que el Parque Nacional del Teide es un ejemplo, como muchos otros Parque Nacionales, de que estos lugares donde supuestamente se protege nuestro patrimonio natural y cultural, sólo son negocios políticos, en los cuales la gestión está basada en hacerlos económicamente rentables.